“EL FAUSTBALL,SUS INICIOS EN CHILE HASTA LA DÉCADA DE LOS 70”.SÍNTESIS ELABORADA POR RICARDO SCHMIDT KUSCH.
Foto de Hernán Mödinger
“EL
FAUSTBALL, SUS INICIOS EN CHILE HASTA LA DÉCADA DE LOS ‘70”.
Por Ricardo Schmidt Kusch
"El faustball comenzó a jugarse en el
Deportivo Alemán “Sportverein” de Santiago “Sportverein” de Santiago, traído
por deportistas alemanes después de la Primera Guerra Mundial. Fue fomentado
por el pionero del deporte Carlos Strutz, quien lo aprovechaba como equilibrio
y relajamiento de los gimnastas. También
se practicaba en Tomé, introducido por
los técnicos alemanes de las fábricas textiles.
Por mucho tiempo se jugó sólo por recreación
hasta que por el año 1950 se integró a las fiestas gimnásticas de los clubes
chileno alemanes como deporte competitivo.
Así se llegó a practicar el faustball en la mayoría de los clubes
deportivos chilenos alemanes, en algunos esporádicamente, unos lo
perfeccionaron, otros lo dejaron definitivamente, pero algunas vez jugaron
faustball los deportistas de clubes de Valparaíso, Santiago, Concepción, Tomé,
Temuco, Valdivia, La Unión, Osorno, Llanquihue y Puerto Montt.
Cuando ingresé a la rama de faustball del
Club Deportivo Manquehue en 1953, se jugaba corrido todos los domingos y festivos
desde antes de las 09:00 horas hasta las
13:00 horas.
Era sumamente entretenido, se armaban equipos
más o menos parejos, y se jugaba con mucho entusiasmo, pero no se programaba
una organización ni difusión, no se realizaba un entrenamiento ordenado, ni una
clasificación de categorías.
Desde un principio traté de propiciar un
deporte con capacidad de competencia y superación, y cuando a los dos años se
me encargó la dirección técnica de la rama, me empeñé en hacer realidad el
perfeccionamiento del faustball en nuestro medio.
Tuve mucha colaboración y mucho se logró,
pero curiosamente la mayor comprensión y apoyo fue de jugadores de los clubes
de provincia, gracias a los cuales el Faustball en el país pudo lograr su nivel
posterior.
Los primeros contactos internacionales los
entabló después de 1950 la rama de faustball del Club Deportivo Manquehue con
los clubes argentinos de Villa Ballester y Quilmes de Buenos Aires, por medio
de invitaciones a torneos de interclubes. En esos intercambios terminaron
participando en Buenos Aires también equipos de Asunción, Paraguay, y Ríograndenses
de Brasil.
A raíz de conversaciones que iniciamos en
1960 se convoca a las instituciones
directivas del faustball de los cuatro países a un Congreso en Buenos Aires para fundar la
Confederación Sudamericana de Faustball, al que asistí como delegado de la
Asociación chileno alemana de Gimnasia, representando a Chile.
Quedan establecidos los reglamentos para los Campeonatos
Sudamericanos a realizarse por turno en los países miembros los años impares.
Viendo la necesidad de una entidad oficial
que representara a Chile en nuestro deporte, presenté en un Congreso Nacional
los estatutos y reglamentos para la Federación Chilena de Faustball que fueron aprobados por los
delegados de todos los clubes que jugaban faustball en Chile en esa época, y
fui elegido como primer presidente de la recién
fundada federación. Así comienzan a jugarse oficialmente los Torneos
Nacionales, cada vez más competitivos, y los equipos de provincia se ponen a nivel
de la tantos años invicta selección del “Manquehue”, llegando más tarde a
superarla ampliamente el equipo de Llanquihue.
El tercer Sudamericano de Faustball se realiza en Santiago en 1963,
integrando nuevamente sólo jugadores del “Manquehue” el equipo representativo chileno
que ocupa el tercer lugar. Pero este evento da nuevamente impulso al
Faustball nacional, por lo cual en el
siguiente Campeonato Sudamericano en
Asunción por primera vez logramos presentarnos
con un seleccionado compuesto por jugadores de varios clubes, y bien
entrenados, logrando medalla de plata.
En un Congreso de la Federación Chilena de
Faustball se acordó realizar dos torneos nacionales al año, uno en el sur, y
otro en el norte. Esta resolución fue
muy importante para la preparación y superación de equipos que irían a
participar en los torneos internacionales, pues exigía más entrenamiento, les
daría más experiencia en competencias oficiales.
En el Congreso de 1969 en Porto Alegre recayó
en Chile la sede de la Confederación Sudamericana
de Faustball y me tocó asumir la presidencia por dos años. No habíamos dejado
de asistir a ningún sudamericano y en el
Séptimo Campeonato, el año 1971 en Santiago, pudimos conquistar nuevamente la
medalla de plata.
Después de contactos que entablé por
correspondencia con directivos de la Federación Internacional de Faustball
(I.V.F), finalmente la Federación de Faustball queda afiliada a la entidad
mundial. Cuando a través de estas conexiones invitamos a una delegación de
faustball alemán, que realizó una gira
Sudamericana, después de jugar en Santiago, los llevé a Llanquihue, por ser el
Club que en ese momento tenía la mayor cantidad de jugadores, y que más progresaba,
apoyados por el entusiasmo de sus dirigentes.
Desgraciadamente no pude viajar con nuestros equipos que
participaron en los primeros Campeonatos Mundiales, posteriormente por razones
de salud, tuve que dejar de practicar mi querido Faustball.
Pero sobre esas etapas posteriores está mejor
informado Víctor (Mödinger Höbel), por lo tanto dejo hasta aquí mi relato,
esperando que les sea de mucha utilidad lo expuesto”.
Fuente: Revista Octavo Campeonato Mundial de
Faustball. Llanquihue-Frutillar, Chile, 1992
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